Irun, 11 de julio de 2008
Declaración de la Junta del Alarde público
Manifestamos nuestra profunda satisfacción por el desarrollo del Alarde. Entre todos y todas hemos hecho el Alarde con más participación que nunca y desbordado por el sentimiento y la alegría. Especialmente nos emociona la incorporación de cientos de nuevas chicas jóvenes que por primera vez en su vida y llenas de entusiasmo se incorporan a un Alarde festivo y gozoso que tiene como su seña de identidad más significada y querida el de ser un alarde que acoge y da cabida a todas las personas.
Expresamos nuestro agradecimiento a todas las personas, que de nuevo este año, han querido salir a la calle a apoyarnos y aplaudirnos. Agradecemos también todas las muestras de solidaridad que estos días hemos recibido, así como el apoyo y la ayuda que tantos irundarras nos han brindado. Agradecimiento que hacemos extensible a Emakunde -Instituto Vasco de la Mujer- y la Diputación Foral de Gipuzkoa, sin cuya ayuda no sería posible la realización de un Alarde para toda la ciudadanía.
También queremos resaltar la actitud cívica y respetuosa mantenida por las miles de personas congregadas al paso de nuestro Alarde. Los incidentes de la calle mayor tuvieron su origen en la provocación de un grupo reducido de personas que tiró hielos y vasos al paso de nuestras compañías. Es una actitud que condenamos, pero que de ningún modo queremos hacer extensible a los miles de personas que desde las aceras vieron pasar nuestro alarde con respeto y simpatía. Estos actos de provocación, son cada vez más excepcionales y solo muestran la impotencia de los que no quieren aceptar que la vida no se puede parar y no se pueden poner puertas al campo.
Por último queremos denunciar la actitud del alcalde de Irun José Antonio Santano, que sigue ignorando la existencia del único Alarde donde pueden participar las mujeres. Es una falta de respeto hacia las mujeres de nuestra ciudad, porque se las invisibiliza, se las ignora y ningunea. Y esto, que es lo que desde siempre ha sido utilizado para no reconocer a las mujeres como iguales, como ciudadanas, es lo que sigue haciendo el máximo responsable político de nuestra ciudad. En un momento en el que el combate contra las desigualdades de género llena las agendas políticas de las instituciones, el alcalde de nuestro pueblo mira para otro lado, y deja en manos de particulares y de otras instituciones la organización de un alarde donde las irunesas puedan hacer realidad su aspiración a participar en la fiesta grande de su ciudad. Son las instituciones públicas las que deben liderar la lucha por la igualdad e ir de la mano de quienes luchamos por ella.
Si algo se está demostrando es que un número muy amplio de mujeres de Irun no se conforma con salir en el papel de cantinera únicamente, la demanda y el deseo de participar en otros papeles distintos del de cantinera lo muestra la existencia y consolidación de este alarde mixto que año tras año crece y se ensancha.